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- 22 septiembre, 2025
Prohibición de espumas con PFAS: alternativas e impacto en la PCI
En este artículo hablamos de:
- 1 ¿Qué son los PFAS?
- 2 Prohibición de los espumógenos con PFAS: ¿Qué dice exactamente la actual normativa europea?
- 3 Consecuencias de seguir usando espumógenos con PFAS
- 4 ¿Cuáles son las alternativas a los PFAS?
- 5 ¿Cómo implementar espumógenos sin flúor en los sistemas ya existentes?
- 6 ¿Cómo te puede ayudar Cottés ante esta actualización de la normativa?
La industria de la Protección Contra Incendios (PCI) está en un proceso de cambio debido a las nuevas regulaciones que afectan a los espumógenos. La prohibición de espumas con PFAS (perfluoroalquiladas y polifluoralquiladas) está tomando relevancia a nivel global debido a los riesgos que estas sustancias presentan para el medio ambiente y la salud humana.
¿Qué aprenderás en este post?
- Qué son los PFAS y cuál es su peligro sobre el medio ambiente y nuestra salud
- Qué dice la normativa actual europea
- Las consecuencias de seguir usando espumógenos con PFAS
- Cuáles son las alternativas a los PFAS
- ¿Cómo implementar espumógenos sin flúor en los sistemas ya existentes
- ¿Cómo te puede ayudar Cottés ante esta actualización de la normativa?
¿Qué son los PFAS?
Los PFAS, también conocidos como «químicos eternos», son un grupo de más de 3,000 sustancias sintéticas creadas por el ser humano, que contienen ciertas moléculas complejas a partir de flúor. Su característica principal es que no se descomponen fácilmente, ni en la naturaleza ni en los seres vivos. Esto se debe a un enlace muy fuerte entre sus átomos de carbono y flúor.
¿Por qué son un problema?
- Persisten y se acumulan: Como no se degradan, se acumulan con el tiempo en el agua, la tierra, los animales y las personas.
- Afectan a la salud: La exposición a los PFAS se ha relacionado con problemas de salud graves, como diferentes tipos de cáncer, alteraciones hormonales, efectos negativos en el sistema inmune y problemas de desarrollo en niños.
- Contaminan el medio ambiente: Se mueven por el entorno contaminando el agua potable, los suelos y los cultivos, lo que puede afectar a comunidades enteras durante muchos años.
En resumen, su gran estabilidad los hace muy útiles en la industria, pero esa misma característica los convierte en una amenaza persistente para la salud y el medio ambiente.
En el sector de la protección contra incendios, los PFAS han sido valorados por su excelente rendimiento. Son capaces de extinguir fuegos de manera rápida, crear barreras protectoras y resistir tanto a disolventes polares como no polares.
Sin embargo, lo que antes se consideraba su mayor virtud —su gran estabilidad química y térmica— ahora es visto como un grave peligro para el medio ambiente y la salud.
Prohibición de los espumógenos con PFAS: ¿Qué dice exactamente la actual normativa europea?
La normativa europea sobre la eliminación de los PFAS en espumógenos antiincendios está avanzando rápidamente. A partir de regulaciones derivadas del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) y el Reglamento (UE) 2019/1021, varios compuestos de la familia PFAS, como el PFOS, PFOA y PFHxS, están siendo objeto de severas restricciones debido a sus efectos negativos sobre la salud humana y el medio ambiente.
En primer lugar, algunas sustancias como el PFOS y el PFHxS están siendo sometidas a prohibiciones totales de uso y comercialización. Otras, como el PFOA y los PFCA C9-C14, han recibido restricciones temporales con exenciones limitadas que permitirán su uso hasta ciertos plazos establecidos, pero se espera que estas exenciones sean eliminadas progresivamente.
Además, todos los productos que contienen PFAS deben ser clasificados como residuos peligrosos según el régimen COP, lo que implica una obligación de destrucción irreversible de los productos y materiales contaminados. La gestión de estos residuos deberá cumplir con normativas estrictas que aumentarán considerablemente los costos operativos para las instalaciones que continúan utilizando espumógenos con PFAS.
La restricción general bajo el Reglamento REACH se está consolidando y afectará a todos los PFAS, lo que implica la eliminación completa de estos compuestos del mercado europeo, específicamente en aplicaciones como espumógenos para incendios. Este cambio tendrá un impacto directo en sectores clave como instalaciones industriales, aeropuertos, refinerías y brigadas de bomberos, que son las principales entidades que almacenan y utilizan líquidos inflamables.
Consecuencias de seguir usando espumógenos con PFAS
A medida que se eliminen las excepciones legales, como la de PFOA expirada el pasado julio de 2025, los espumógenos que contienen PFAS deberán ser considerados residuos peligrosos bajo las normativas de contaminantes orgánicos persistentes (COP). Esto conlleva varias implicaciones:
- Altos costes en la gestión y transporte especializado: la clasificación de estos espumógenos como residuos peligrosos implica un aumento significativo en los costes de su transporte y destrucción segura.
- Prohibición total de uso, incluso para simulacros y entrenamientos: las restricciones se amplían a todos los usos, incluyendo entrenamientos y simulacros, limitando aún más su aplicabilidad en el sector.
- Riesgo de sanciones legales en inspecciones de autoridades: las autoridades ambientales están intensificando las inspecciones para verificar el cumplimiento de las regulaciones, lo que puede resultar en sanciones severas para las empresas que no se adapten a la normativa.
- Notificación obligatoria de existencias superiores a 50 kg: las empresas deberán informar a las autoridades competentes si mantienen más de 50 kg de espumógenos con PFAS en sus instalaciones, lo que incrementa la carga administrativa.
Adicionalmente, muchas aseguradoras están revisando sus pólizas para excluir los daños relacionados con la contaminación por PFAS, lo que aumenta el riesgo de litigios tanto por daños medioambientales como laborales, como ya se ha observado en varios casos judiciales en Europa y Estados Unidos.
¿Cuáles son las alternativas a los PFAS?
Ante las crecientes restricciones sobre el uso de espumógenos con PFAS debido a sus efectos adversos en la salud y el medio ambiente, los espumógenos sin flúor se han establecido como una solución viable y segura. Estos productos, conocidos como espumógenos FFF (Fluorine-Free Foam), están ganando terreno en la industria de la Protección Contra Incendios (PCI) por sus características técnicas y su menor impacto ecológico.
A diferencia de los espumógenos fluorados, los espumógenos sin flúor no contienen los compuestos perfluorados que causan acumulación en el medio ambiente ni los riesgos asociados con su toxicidad. Esto los convierte en una alternativa más sostenible y segura para combatir incendios, sin comprometer la eficiencia en la extinción de incendios, especialmente en fuegos de clase B (líquidos inflamables).
Además de los espumógenos sin flúor, otras alternativas que están ganando popularidad incluyen el uso de dióxido de carbono (CO2) y polvo químico. Si bien el CO2 no forma una película sobre los líquidos inflamables, su efectividad radica en la disminución del oxígeno en el área afectada, lo que apaga el fuego de manera rápida y eficiente en situaciones controladas. Esta opción se utiliza particularmente en espacios cerrados o en instalaciones donde se requiere una solución más versátil y menos contaminante.
El cambio hacia espumógenos sin flúor y otras alternativas implica una revisión técnica de los sistemas existentes. Será necesario ajustar la dosificación, expansión y compatibilidad de los equipos para garantizar su rendimiento óptimo con los nuevos productos. Además, la limpieza y descontaminación de los sistemas de extinción es crucial para evitar la contaminación cruzada con residuos de PFAS.
¿Cómo implementar espumógenos sin flúor en los sistemas ya existentes?
La transición hacia espumógenos sin flúor en los sistemas de extinción de incendios existentes requiere una planificación detallada y un enfoque técnico para asegurar que se mantenga la eficacia operativa y el cumplimiento de las normativas. Este proceso implica varias etapas críticas:
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- Evaluación de compatibilidad: lo primero es realizar una evaluación exhaustiva de los sistemas de extinción actuales. Esto incluye un análisis de los equipos, como bombas, válvulas, tuberías y boquillas, para determinar si son compatibles con los espumógenos sin flúor. Aunque muchos sistemas pueden ser reutilizados, es posible que algunos componentes deban ser modificados o reemplazados para garantizar un rendimiento óptimo.
- Ajustes en la dosificación y expansión: los espumógenos sin flúor suelen tener diferentes características de expansión y viscosidad en comparación con los productos fluorados. Esto puede requerir una recalibración de la dosificación para asegurar que el sistema proporcione la cantidad adecuada de espuma con las propiedades deseadas de formación de película. Es crucial que las bombas y las unidades de mezcla estén ajustadas para trabajar con estos nuevos agentes.
- Limpieza y descontaminación de los sistemas: antes de introducir los nuevos espumógenos sin flúor, es fundamental realizar una limpieza profunda de los sistemas de extinción. Esto incluye la limpieza de los tanques, tuberías, bombas y otros componentes que pudieron haber estado en contacto con los productos PFAS. La eliminación de residuos de espumógenos fluorados previos es clave para evitar la contaminación cruzada y asegurar que el nuevo agente funcione de manera eficiente.
- Pruebas de rendimiento: después de ajustar los equipos, es indispensable realizar pruebas operativas para verificar que el sistema con los espumógenos sin flúor cumpla con los estándares de rendimiento requeridos, especialmente en términos de tiempo de extinción y efectividad en la cobertura de la superficie. Se deben realizar pruebas de eficiencia en condiciones controladas para asegurarse de que el sistema cumple con las normativas locales y con las expectativas de seguridad.
¿Cómo te puede ayudar Cottés ante esta actualización de la normativa?
La transición hacia espumógenos sin flúor y la adaptación a las nuevas normativas europeas sobre PFAS es un desafío técnico que requiere la experiencia de un partner especializado en Protección Contra Incendios (PCI). En Cottés, contamos con un equipo de ingenieros y técnicos altamente cualificados que pueden ayudarte en cada paso del proceso de adaptación.
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