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Mantras Vs Ciencia: interacción de SCTEH y rociadores

SCTEH y rociadores

Mantra: en el hinduismo o en el budismo, aquellas frases sagradas, que se recitan durante el culto para invocar a la divinidad.

Ciencia: Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente.

Supeditar la apertura de los aireadores de un SCTEH a un accionamiento manual implica un cierto riesgo de disminuir su eficacia. ¿El motivo? Básicamente porque esta decisión conlleva, casi de forma inequívoca, que la instalación vaya a iniciar su funcionamiento fuera de su rango de acción.

Para entendernos, es como si en un sistema de rociadores se prescindiese del fusible térmico y el suministro hidráulico se realizase de forma manual, cuando el incendio ya tuviese un desarrollo considerable. Por muy bien calculada y ejecutada que esté la instalación, ya no va a ser capaz de hacer frente al incendio por haber liberado el agua de forma tardía. En el caso de un SCTEH, hay una condición fundamental que debe respetarse si se pretende ejercer un control sobre la masa de humos, y es que su activación debe producirse antes de que se produzca el desborde del depósito afectado, puesto que a partir de ese momento, el rendimiento de la instalación es imprevisible, y en cualquier caso muy alejado de lo esperado.

Pero empecemos por el principio…

Teniendo en cuenta lo errática que resulta la activación manual para un SCTEH, ¿por qué se ha llegado al punto en el que se ha aceptado este procedimiento para determinados casos? Pues sí, hay un motivo… lo hemos escuchado tantas veces que parece un mantra hindú. “Los aireadores abiertos perjudican al funcionamiento de un sistema de rociadores de naturaleza ESFR” (en este caso la divinidad sería el rociador ESFR).

Parece que la reiteración de este argumento ha hecho que nadie se cuestione esta afirmación, o al menos es la sensación que tenemos. ¿Es cierto este mantra? O al menos ¿cuánto de cierto tiene este mantra? Desde COTTÉS, como expertos en SCTEH, la pregunta que nos hacemos es: ¿El nivel de afección sobre el sistema de ESFR por tener los exutorios abiertos es tan relevante como para prescindir de una instalación que gestiona el humo? (Lo cual, bajo nuestro punto de vista, es una tarea, al menos, de la misma importancia que limitar el avance del frente de llama).

Al parecer, el origen del mantra es un estudio desarrollado por el NIST bajo la referencia NISTIR 6968-1, y publicado en septiembre del año 1998 (algo ha llovido desde entonces), donde se realizan 3 tipos de ensayos “a escala real”. En estos se reproduce la coexistencia de un sistema de rociadores CMSA y uno o varios aireadores cuya apertura se produce antes o después de la activación del primer rociador, o incluso se mantienen cerrados durante todo el ensayo. El motivo por el que se ha entrecomillado la expresión “a escala real” es porque, a poco que uno se lea las condiciones del ensayo se da cuenta de que poco o nada tiene que ver el escenario real en el que suelen coexistir un sistema de rociadores ESFR con un SCTEH. Partiendo de este punto, extrapolar las conclusiones, por ejemplo, a un almacén logístico se antoja excesivamente aventurado.

Más allá de esto, la conclusión principal del estudio afirma que, si el incendio no cae en la vertical de uno de los exutorios, no se produce ningún tipo de afección sobre el funcionamiento del sistema de rociadores independientemente del estado del aireador. Si tomamos como referencia un depósito de humos de 2.000m2, el porcentaje de superficie que suponen los exutorios está en el entorno del 4%, o dicho de otra forma y atendiendo a las conclusiones del estudio en cuestión, en el 96% de las ocasiones en las que se produzca un incendio, va a dar igual como se encuentren los aireadores a efectos del rendimiento del sistema de rociadores.

Pero, si finalmente se produce la remota situación en la que el foco de incendio se origina en la vertical de un exutorio,

¿Qué información nos aporta el estudio publicado por el NIST para ese caso?

Lo más relevante es que en la activación de los 2 primeros rociadores no hay una diferencia relevante de tiempo, estamos hablando de una diferencia de 5 segundos entre tener los aireadores abiertos o cerrados, y que, por cierto, esta diferencia no siempre es a favor de los aireadores cerrados.

¿Por qué se destaca la activación de los dos primeros rociadores?

La NFPA publicó un documento bajo la referencia “U.S. Experience with Sprinklers” en el año 2013 donde destaca diferentes estadísticas relativas al funcionamiento de los sistemas de rociadores en diferentes ámbitos. Una de ellas destaca que, en sectores de almacenamiento (donde predominan las instalaciones de ESFR), en 3 de cada 4 incendios se activan 2 rociadores o menos.

Con las conclusiones expuestas, parece que las situaciones en las que el rendimiento de un sistema de rociadores ESFR pueda verse mermado por el estado de los aireadores es lo suficientemente reducida como para plantearse si es necesario REDUCIR LAS POSIBILIDADES de una correcta gestión de los humos.

Para concluir, hay un factor relativo al accionamiento manual de los SCTEH que parece quedar en un segundo plano. Más allá de que esta decisión vaya en contra de toda lógica en lo relativo al funcionamiento de la instalación, la siguiente cuestión sería quién debe realizar la apertura manual. Y una vez conocida la respuesta, la siguiente pregunta debería ser: ¿esa persona/entidad está de acuerdo en realizar una apertura manual?

Prácticamente todo el mundo conoce la respuesta a la primera cuestión. En este caso sería un representante de los servicios de bomberos, a su llegada al sector afectado, quien debe activar la instalación.

Para conocer la respuesta a la segunda pregunta resulta necesario plantear la cuestión al colectivo afectado. Tras consultar a representantes de los servicios de bomberos de diferentes comunidades autónomas, la respuesta obtenida sigue dos patrones claramente diferenciados, y en cualquier caso ambos conducen a la misma acción: NO ACTIVAR EL SISTEMA.

  • Un porcentaje de las veces el SCTEH no se activa porque los servicios de emergencia desconocen la ubicación del cuadro de control.
  • En caso de conocer (o averiguar) la ubicación del cuadro, la decisión del servicio de bomberos suele decantarse por la no apertura justamente por lo que se destaca al inicio del artículo, y es el desconocimiento del rendimiento que puede ofrecer la instalación cuando se opera fuera de su área de acción.

En definitiva, con la información disponible hasta el momento parece excesivo prescribir una activación manual del SCTEH para preservar el rendimiento de una instalación de ESFR.

Dejemos de creer en mantras milenarios y pongamos por delante la ingeniería del fuego, que permite determinar el momento óptimo para la apertura de los aireadores en cada caso, de forma que se consiga el máximo rendimiento de todas las instalaciones involucradas en la seguridad en situación de incendio.

Si estás interesado en recibir más información sobre la interacción de los SCTEH y los rociadores, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.

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