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Exutorios: cómo funcionan, tipos y su papel en un sistema SCTEH

Cómo funciona un exutorio

En un incendio, el humo es uno de los principales factores de riesgo. Su propagación rápida, la reducción de la visibilidad y su alta toxicidad hacen que, más allá de la extinción, el primer objetivo de todo sistema de protección contra incendios sea mantener libres de humo las rutas de evacuación. Es en ese contexto los exutorios juegan un papel esencial en el con junto de una Sistema de Control de Temperatura y Evacuación de Humos (SCTEH). 

Estos elementos no solo deben evacuar los gases calientes generados en el proceso de  combustión de un incendio, sino que también deben hacerlo con una respuesta inmediata y eficaz frente a las condiciones extremas de temperatura y presión que se dan en las primeras fases del incendio. La correcta selección del equipo adecuado en cada caso, así como el dimensionado e integración en cubierta o fachada de los exutorios en la estrategia global del SCTEH, puede marcar la diferencia entre una evacuación viable y una situación crítica. Y no menos importante: es que un correcto diseño y selección del equipo adecuado puede contribuir al confort y la eficiencia energética del edificio durante su vida útil, mejorando las condiciones de iluminación y ambientales en el día a día de cualquier edificio donde se requieran estos sistemas.

En este artículo abordamos en profundidad las funciones técnicas de los exutorios, sus distintas configuraciones constructivas y los requisitos normativos que condicionan su aplicación en distintos escenarios industriales y logísticos.

La función de los exutorios en el control y evacuación de los humos

El objetivo principal de un SCTEH es garantizar que el humo que se genera durante un incendio sea evacuado correctamente al exterior a través de los exutorios, manteniendo zonas limpias de humo para garantizar la evacuación de los ocupantes y facilitar la intervención de los equipos de extinción. En ese escenario, los exutorios actúan como el componente final del sistema: el punto físico por el que se libera al exterior la energía térmica y los gases de combustión.

La eficacia del sistema depende de múltiples factores: el correcto dimensionado del número de unidades a instalar, la superficie aerodinámica efectiva, el tiempo de activación, la correcta integración con el sistema de detección, el estudio de cómo les afecta el entorno dónde se prevean instalar y, sobre todo, la ubicación estratégica de los equipos en cubierta o fachada en el conjunto del diseño global del sistema. Si bien su instalación puede parecer un elemento más del sistema constructivo, su comportamiento dinámico bajo condiciones extremas es lo que lo convierte en un componente crítico.

Los exutorios no actúan de forma aislada. Su funcionamiento debe estar coordinado con entradas de aire controladas (naturales o forzadas), barreras de contención de humo (en caso de estratificación zonificada) y dispositivos de control centralizados. Todo ello para conseguir una gestión térmica eficaz y garantizar una evacuación segura en el menor tiempo posible.

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¿Cómo funciona un exutorio? Funcionamiento de un exutorio de cubierta

Desde un enfoque técnico, un exutorio de cubierta es un dispositivo de apertura controlada que responde ante unas condiciones térmicas anómalas —ya sea de forma autónoma, mediante elementos térmicos, o bien activados por una señal desde el sistema de detección de incendios.

El principio físico que rige su funcionamiento es la flotabilidad de los gases calientes: al abrir una vía superior en el recinto, se genera de forma natural un tiro térmico que favorece el ascenso de aire desde zonas más bajas hacia la parte superior dónde se acumula el humo, reduciendo la presión y la temperatura en el interior del edificio. Esto no solo mejora la visibilidad y las condiciones para la evacuación, sino que también, limita el daño que se puede producir a estructuras y diferentes equipos a causa de las elevadas temperaturas que se producirían en el caso de acumularse en el interior del edificio.

Desde el punto de vista de diseño y especificación, los aspectos clave a considerar en un exutorio de cubierta son:

  • Sistema de activación: neumático o eléctrico. Cada uno con implicaciones específicas distintas, requisitos normativos de funcionamiento acordes al sistema empleado, mantenimiento y compatibilidad con otros sistemas.
  • Superficie aerodinámica efectiva (Aa): define la capacidad real del dispositivo para evacuar humo. Está normalizada y debe ser determinada mediante ensayo según UNE EN 12101-2.
  • Tiempo de apertura: Indistintamente del sistema de activación empleado, su apertura deberá ser inferior a 60 segundos.
  • Estanqueidad y durabilidad: los exutorios deben permanecer operativos y seguros frente a acciones mecánicas externas (viento, nieve..) y térmicas (>300 ºC) sin perder funcionalidad. Según la norma UNE EN 1873:2006, los fabricantes deben cumplir con los requisitos de estanqueidad al agua, resistencia al impacto, permeabilidad al aire, etc

Tipos de exutorios

La selección del tipo de exutorio adecuado no es una decisión estética ni exclusivamente funcional. Responde a criterios de rendimiento, integración arquitectónica y respuesta ante incendio, que deben alinearse con los objetivos del SCTEH, la geometría del edificio, las condiciones ambientales y de contorno del edificio y las necesidades operativas del cliente.

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Exutorio de lamas

El exutorio de lamas está formado por un conjunto de perfiles específicamente diseñados para su instalación en vertical u horizontal, incorporando dispositivos móviles que se abren simultáneamente para generar una superficie útil de evacuación.. Esta configuración permite, además de la evacuación de humos en caso de incendio, utilizarse como elementos de ventilación natural diaria.

La disposición de las lamas en su posición operativa generan un flujo de aire consiguiendo una  ventilación continua y una buena regulación del caudal entrante o saliente.

La óptima capacidad de evacuación de estos dispositivos puede estar condicionada en función la inclinación de instalación del equipo, del entorno exterior dónde se encuentran instalados así como de los elementos estructurales que interfieren en la ubicación de su instalación.

Es habitual encontrar estas soluciones con aperturas mediante actuadores neumáticos o eléctricos principalmente. 

Este tipo de exutorio ofrece ventajas en edificios donde se desea compatibilizar la protección contra incendios y unas condiciones de confort ambiental. 

Exutorio de compuerta

A diferencia del modelo anterior de lamas, el exutorio de compuerta presenta una apertura total de su superficie sin obstáculos en el plano de evacuación. Está formado por una o dos hojas practicables que se levantan por completo, generando una sección de paso vertical del flujo de aire al exterior favoreciendo una salida inmediata de los gases calientes al exterior por convección.

Su diseño responde a una necesidad prioritaria: garantizar una evacuación eficaz del humo en el menor tiempo posible. Esto se traduce en un rendimiento aerodinámico superior y en una mayor robustez frente a sobrecargas externas, como viento o nieve. La geometría de la compuerta, junto con la ausencia de elementos móviles secundarios, permite un comportamiento más predecible y constante en escenarios de incendio.

Exutorio para soluciones arquitectónicas

Este tipo de exutorio no responde a una configuración constructiva específica, sino a la necesidad de adaptar las soluciones de evacuación de humos a envolventes complejas, estéticas singulares o geometrías no convencionales. Son dispositivos técnicamente equivalentes a un exutorio de lamas o de compuerta, pero diseñados ad hoc para integrarse en lucernarios curvos, fachadas inclinadas, estructuras acristaladas o cubiertas ventiladas.

La diferencia fundamental radica en el nivel de personalización del sistema. Estos exutorios deben cumplir con las mismas exigencias de apertura, resistencia térmica y superficie aerodinámica efectiva que cualquier otro modelo, pero requieren un desarrollo específico que tenga en cuenta variables adicionales como:

  • Compatibilidad con sistemas de impermeabilización.
  • Integración en estructuras portantes atípicas (madera, muros cortina, vidrio estructural).
  • Coherencia estética con el diseño del edificio.
  • Comportamiento ante dilataciones diferenciales.

Desde un punto de vista funcional, su rendimiento no debe verse comprometido por la adaptación arquitectónica. Por ello, todo exutorio personalizado debe estar certificado igualmente conforme a la UNE EN 12101-2.

Los exutorios y la ventilación e iluminación natural

Aunque su papel en los sistemas SCTEH está vinculado al control de humos en caso de incendio, muchos modelos de exutorios están diseñados también para integrarse en estrategias de ventilación e iluminación natural. Esto es especialmente relevante en sectores como la industria, la logística o la producción alimentaria, donde la ocupación prolongada y la necesidad de reducir el consumo energético hacen recomendable el uso de sistemas.

Un exutorio que puede abrirse de forma controlada —parcial o total— permite generar una renovación del aire interior sin recurrir a equipos mecánicos. Si además incorpora superficies translúcidas, puede aportar iluminación natural al espacio de trabajo, reduciendo la dependencia de luz artificial durante gran parte de la jornada.

La clave está en seleccionar dispositivos que estén diseñados y ensayados para soportar ciclos de apertura diaria y mantener sus prestaciones mecánicas a lo largo del tiempo.

Razones para apostar por la ventilación natural

El uso de exutorios como parte del sistema de ventilación natural de un edificio ofrece múltiples ventajas:

  • Reducción del consumo energético: aprovechar el gradiente térmico y las corrientes naturales para renovar el aire interior disminuye la necesidad de ventilación mecánica. Esto impacta directamente en el consumo eléctrico del sistema HVAC, especialmente en naves de gran volumen.
  • Mejora de la calidad del aire interior: la ventilación natural continua permite evacuar CO₂, contaminantes y humedad, mejorando las condiciones ambientales en zonas de producción, almacenaje o trabajo intensivo.
  • Confort térmico sin aportación mecánica: en determinadas épocas del año, el uso inteligente de exutorios de lamas o compuerta permite mantener unas condiciones térmicas confortables sin necesidad de implementar una climatización.
  • Iluminación natural integrada: los modelos con lamas de policarbonato o acristalamiento técnico pueden actuar como lucernarios, aportando una luz agradable y homogénea al interior. Esto reduce la demanda lumínica artificial y mejora las condiciones visuales del espacio.

Eso sí, para que el sistema sea eficaz, es imprescindible realizar un estudio técnico previo que tenga en cuenta la orientación del edificio, los vientos dominantes de la zona, las temperaturas exteriores promedio y la ocupación real del espacio entre otros aspectos.

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Normativa que regula los exutorios y su ubicación en sistemas SCTEH

El uso de exutorios en sistemas SCTEH está regulado por un marco normativo específico que determina tanto su aplicación como las condiciones técnicas mínimas que deben cumplir. Estas normas garantizan que el sistema funcione de forma eficaz en escenarios reales de incendio y que responda a los criterios de seguridad establecidos para cada tipo de actividad.

La norma UNE 23585 establece los requisitos y métodos de cálculo y diseño para proyectar un sistema SCTEH en función del tipo de establecimiento y la actividad que se desarrolla. Define aspectos como la superficie mínima de evacuación, la altura de la capa libre de humos, la necesidad de aporte de aire compensatorio y los criterios de zonificación térmica. En la actualidad, se está trabajando en una adenda a esta norma dentro del Comité Técnico de Tecnifuego, en el que Cottés participa activamente.

Complementariamente, la norma UNE 23584 regula la instalación, puesta en marcha y mantenimiento periódico del sistema. Esta norma detalla cómo deben ejecutarse los trabajos en obra, qué verificaciones son necesarias para validar la instalación y qué tareas de mantenimiento deben realizarse para garantizar la operatividad continua de los elementos activos del sistema, incluidos los exutorios.

Según estos criterios, están obligados a disponer de un sistema de evacuación de humos los edificios industriales que cumplan con alguno de los siguientes supuestos:

  • Actividades de producción de riesgo intrínseco medio, con una superficie construida igual o superior a 2.000 m².
  • Actividades de producción de riesgo intrínseco alto, con una superficie igual o superior a 1.000 m².
  • Actividades de almacenamiento de riesgo intrínseco medio, con una superficie igual o superior a 1.000 m².
  • Actividades de almacenamiento de riesgo intrínseco alto, con una superficie igual o superior a 800 m².

Además, para garantizar el comportamiento fiable del sistema en condiciones reales, es necesario tener en cuenta una serie de factores técnicos durante el diseño y selección de los exutorios. Entre ellos destacan:

  • Cargas externas como viento (WL) y nieve (SL).
  • Temperatura de operación en frío extremo (T) y resistencia a altas temperaturas (B).
  • Fiabilidad del mecanismo de apertura (Re).
  • Reacción al fuego de los materiales empleados.
  • Superficie aerodinámica efectiva, certificada en base a ensayos conforme a UNE EN 12101-2.

Estos requisitos aseguran que cada exutorio instalado contribuya eficazmente a la evacuación de humos en caso de incendio, mantenga su funcionalidad a lo largo del tiempo y cumpla con los parámetros exigidos por la legislación aplicable.

En Cottés entendemos el exutorio no solo como un dispositivo, sino como una solución que debe estar calibrada con precisión para responder en el momento crítico. Por eso abordamos cada sistema SCTEH como un diseño integral, coordinando ingeniería, instalación y mantenimiento bajo los estándares del sector.

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