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¿Cómo evaluar la resistencia al fuego de los materiales de construcción?

Sergio García

Senior Project Manager

Cómo evaluar la resistencia al fuego de los materiales de construcción

La integridad estructural de un edificio, también en caso de incendio, es un factor fundamental a la hora de abordar cualquier proyecto de edificación.

Debido a ello, en las empresas de construcción los profesionales emplean productos homologados con los que se han realizado previamente pruebas de resistencia al fuego, homologaciones que pueden ser tanto a nivel europeo como específicas en cada país.

Resistencia al fuego, definición y criterios de evaluación

La resistencia al fuego de un material, es la capacidad del mismo de mantener sus propiedades ante un fuego durante un tiempo (t) determinado.

Las normas UNE-EN 13501 (1 y 2) clasifican los productos de la construcción y los elementos de la edificación en función de su comportamiento frente al fuego, a partir de los datos obtenidos de los ensayos de resistencia al fuego.

También el DB SI 6 del CTE establece la resistencia estructural al fuego de los elementos principales y secundarios según su uso y la altura de evacuación y especifica la manera de determinar la resistencia al fuego de los elementos.

Por su parte, el RD 2267:2004 (Reglamento de Seguridad Contra Incendios en Establecimientos Industriales) especifica las necesidades en materia de resistencia al fuego de los elementos portantes, la sectorización de incendios, etc. en función del riesgo calculado para los establecimientos industriales.

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Son varios los criterios empleados para medir la resistencia al fuego, los cuales en ocasiones se emplean de forma conjunta y otros de forma individualizada, dependiendo del uso que se le vaya a dar a un material concreto. Los más importantes son:

Capacidad de carga o capacidad portante – R

Con este criterio se mide la capacidad de un elemento constructivo de resistir mecánicamente la exposición al fuego sin perder la estabilidad en una determinada cantidad de tiempo, es decir, sin perder sus propiedades estructurales o función portante.

Para determinarlo se llevan a cabo pruebas de medición de curva-temperatura que determinan la capacidad portante de diferentes elementos estructurales.

El parámetro R(t) se emplea para clasificar elementos portantes con función de separación, como forjados y muros de carga, y sin ella, como vigas y pilares, siendo t el tiempo o el número de minutos durante los cuales el material o producto mantiene la estabilidad.

Integridad o resistencia a la llama y al gas caliente – E

En este caso, el criterio mide la capacidad de un elemento constructivo con función separadora de resistir el fuego e impedir el paso del fuego y/o gases hacia otro sector de incendio, por lo que alude a elementos de separación y sectorización como puertas, techos, tabiques, etc.

Por tanto, a través del parámetro RE(t) se puede medir el tiempo durante el cual se cumplen los criterios de estabilidad e integridad al paso de las llamas y gases calientes.

Aislamiento Térmico – I

Este parámetro mide la capacidad del elemento constructivo de impedir el aumento de la temperatura en la cara no expuesta al fuego, o, en otras palabras, evalúa la limitación del calentamiento permisible transmitido hacia el lado que no está expuesto a las llamas.

Es en este punto donde se ponen a prueba materiales que impidan el paso de las llamas, pero también de las altas temperaturas a los espacios colindantes no expuestos.

El parámetro REI(t) se emplea para clasificar materiales y productos de la construcción, siendo t el tiempo o el número de minutos durante los cuales el material o producto mantiene la estabilidad, la integridad y el aislamiento térmico.

La escala de valores definida por la normativa se encuentra en 15, 30, 60, 90, 120, 180 ó 240 minutos, por lo que un elemento con clasificación REI 180 cumplirá los tres criterios por un tiempo de 180 minutos.

La combinación de estas características, viene determinada por la función del elemento. Por ejemplo, una viga será clasificada con el parámetro R, mientras que un muro delimitador de sectores de incendio, normalmente será EI, al igual que una puerta cortafuegos, un forjado REI, etc.

Otros criterios para casos específicos

Además de los parámetros principales, también existen otros criterios que pueden tenerse en cuenta en función del tipo de proyecto o tipo de material o elemento constructivo a emplear.

Algunos de ellos son:

  • W (Radiación): evalúa la radiación o capacidad de un elemento de que el calor irradiado por sí mismo transmita el fuego hacia otro sector de incendio.
  • S (Estanqueidad al humo): con este criterio se mide la capacidad de un elemento de impedir el paso de gases y humos a la cara no expuesta del material o elemento.
  • C (Cierre automático): mide la eficacia de puertas y ventanas de cerrarse de forma automática ante la detección de un incendio.
  • K (Aplicado a revestimientos): es el parámetro con el que se mide la eficacia de la protección de una superficie cubierta con un revestimiento.
  • G (Resistencia al fuego del hollín): aplicada a chimeneas y braseros, hace referencia a la capacidad de estos de resistir un fuego interno por hollín.
  • M (Acción mecánica): evalúa la capacidad de un elemento de soportar un impacto debido a la falla estructural de otro elemento cercano en caso de incendio.

En Cottés apostamos por ir siempre un paso por delante de la normativa en cualquier proyecto de protección contra incendios. ¿Hablamos?

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